Tras varios años dando sesiones de sonido tanto grupales como individuales con cuencos cantores y otros instrumentos ricos en sonidos armónicos y utilizando la voz para emitir sonidos terapéuticos como mantras y canto de armónicos, las experiencias de sanación y de conexión con el mundo no ordinario no dejan de suceder y de asombrarme.
Estas experiencias quedan respaldadas por diversos estudios científicos que afirman que todo en el universo se encuentra en estado de vibración y todo objeto en movimiento produce sonido. El término resonancia se refiere a la frecuencia -número de vibraciones de un sonido por segundo- en la que un determinado objeto vibra en su estado natural. Por lo tanto, es posible/podemos afirmar que todo elemento de la naturaleza posee una frecuencia resonante: órganos, huesos, células, átomos, etc.
Un órgano sano crea una frecuencia natural que es armónica con el resto del organismo, pero cuando enfermamos su vibración se altera creando una frecuencia no natural o inarmónica. Gracias al principio de resonancia podemos usar el sonido para modificar las frecuencias no armónicas del cuerpo, y devolverle así a su estado de vibración natural. Algunos instrumentos como los cuencos cantores emiten sonidos armónicos de alta frecuencia capaces de hacer esta transformación, e incluso modificar los ciclos por segundo de nuestras ondas cerebrales pasando de las de mayor actividad, Alfa y Beta, a las de menor actividad, Theta y Delta. Esta reducción de la actividad cerebral tiene como resultado un aumento del nivel de consciencia que da lugar a experiencias fuera de lo común, como viajes astrales, recuerdo de vidas pasadas o conexión con la divinidad entre otras.
Por Rafa Monsonis
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